Después de haber descubierto todos aquellos "glitches" que ocurrían más que a menudo en Devenium y haber abierto la posibilidad de que tal vez, las cosas que siempre has sentido, tengan algo de realidad, era hora de tomar una desición...
...una que podría cambiarte de por vida, una que hasta podría cambiar el rumbo de los homo sapiens de esta ciudad.
Miras hacia atrás la estructura de la ciudad y te das cuenta que tu decisión de salir por ti mismo a descubrir que hay más allá de las fronteras de Devenium, te costaría.
Te costaría la sensación de seguridad y protección que ofrecían estas murallas. Te costaría el sentirte aprobado por las I.A. cada vez que hablabas de la forma en que ellos esperaban. Te costaría sentirte que estás haciendo lo correcto y lo mejor para la subsistencia de los demás. Y la más dolorosa de todas, te costaría sentir como el ego y la identidad se desgarran de tu ser!
Mientras batallas internamente con tales puntos encontrados, te acordaste de aquel viejo que todos habían dado por loco en los suburbios, el mismo de descendencia directa de los últimos rescatados de la salvaje e indomesticable naturaleza que rodeaba la ciudad. Decían que, aunque hablaba y hacía cosas sumamente extrañas y fuera de lo normal, sabía algo de lo que existía allá afuera. Por lo que te lanzas a buscarlo en las calles de los suburbios...
Pero te encuentras con un individuo sumamente raro con cosas extrañas colgando alrededor de su cuerpo, que custodiaba la entrada hacia aquel viejo señor y que decía que no dejaría pasar a nadie que no supiera el código secreto...